El control de gestión es una actividad indispensable para cualquier negocio. Especialmente para las PYMES, obtener retroalimentación constante sobre las operaciones de la empresa puede ser una posibilidad fundamental para mejorar su desempeño.
Pero, ¿qué es el control de gestión o control direccional?
Es un sistema operativo que permite a la empresa obtener retroalimentación sobre su trabajo, perspectivas y objetivos de mercado. Es una herramienta fundamental para identificar los sectores más rentables del negocio y mejorar los de menor rendimiento. La persona que, en la mayoría de los casos, es responsable de realizar el control a nivel técnico se denomina "controlador". Además, muchas empresas utilizan software de gestión específico que puede simplificar la realización del control direccional.
¿Por qué es importante el control de gestión?
Porque es una actividad capaz de analizar los recursos económicos y los factores de producción, asegurando el uso de estos recursos de la forma más adecuada con el fin de obtener y alcanzar los objetivos operativos. Aunque no es obligatorio por ley, el control de gestión responde a importantes necesidades internas. De hecho, dentro de una empresa, los datos pueden provenir de cualquier área de producción. El control direccional tiene como objetivo recopilar y analizar estos datos, haciéndolos comprensibles para tomar decisiones ganadoras para el negocio.
Un control de gestión bien ejecutado es capaz no solo de optimizar la gestión de todos los recursos de la empresa, sino también de mejorar las estrategias de marketing y ventas de la empresa para incrementar sus ingresos.
