Los índices de productividad miden qué tan bien la empresa está utilizando sus recursos, tanto financieros como no financieros (es decir, capital, materiales y mano de obra), para producir un determinado producto.
Como índices, se expresan por la relación entre un resultado dado (facturación, producción, etc.) y los recursos utilizados para lograr ese resultado.
Los índices de productividad ayudan a los gerentes, empresarios y profesionales a comprender fácilmente la eficiencia en el uso de los factores de producción de la empresa y, por lo tanto, a tomar decisiones para modificar, revisar o confirmar las estrategias existentes.
Es por ello que estos índices son fundamentales en el proceso de control y gestión estratégica.
Incluso entre los emprendedores a menudo hay quienes los subestiman o los ignoran por completo, tomando decisiones a raíz de la emotividad o el "sexto sentido" y no en ciertos datos.
Los KPI, por su parte, son el mejor aliado de los empresarios, directivos y profesionales porque ayudan a evaluar de forma dinámica su empresa, a tener un control total de la situación y a entender dónde enfocar los recursos para maximizar los resultados.
Incluso la realidad de una pequeña empresa puede comprender si está funcionando de manera cada vez más eficiente al comparar sus KPI actuales y pasados.
De la comparación, sin embargo, entre los índices de productividad propios y los de empresas similares o con datos del sector, si los hay, puedes tener información muy útil para entender, por ejemplo, tu posicionamiento, si lo estás haciendo bien o mejor que la competencia, etc. ..
Pero, ¿cómo configurar un sistema de KPI ágil y eficaz? ¿Cómo elegir entre la cantidad de datos, los realmente importantes para el caso concreto? ¿Cuál es la diferencia entre los índices de productividad y los índices de rentabilidad? ¿Con qué frecuencia monitorear los números comerciales?